miércoles, 13 de septiembre de 2017

HISTORIA DEL DOMINIO DE INTERNET

Para conocer el origen de los nombres de dominio debemos remontarnos a la tierna juventud de Internet, cuando este recibía el nombre de ARPANET y estaba formado por apenas un puñado de ordenadores interconectados.
Antes de usar este sistema de dominios, todos los ordenadores de ARPANET estaban registrados en un archivo llamado hosts.txt que se sincronizaba en todos los ordenadores que formaban parte de la red. De esa forma todos conocían las direcciones de todos.
Pronto descubrieron que este sistema era poco eficiente y decidieron centralizar el archivo en un solo servidor, hecho que al poco tiempo, y a medida que iba creciendo ARPANET, tampoco tendría demasiado éxito ya que se producían continuos errores de sincronización.



Ante esta situación, los ingenieros Paul Mockapetris y Jon Postel propusieron crear un sistema de nombres de dominios que administraría el Departamento de Defensa de EEUU.
Este sistema permitiría asociar los nombres de dominio previamente registrados, a direcciones IP de los ordenadores conectados de una forma más sencilla.
Esa fue la semilla de lo que más adelante se convertiría en Internet y que, básicamente, mantiene el mismo concepto actualmente.
A raíz de esa nueva organización por nombres de dominios, se añadieron las extensiones de dominio que permitirían catalogar y estructurar mejor el uso que se hacía de los distintos dominios.
Así, en 1985 se comenzaron a usar seis extensiones de dominio que todavía hoy continúan vigentes: .com (comercio), .net (infraestructuras de red), .org (organizaciones), .gov(gobierno y entidades públicas), .mil (Dep. de Defensa de EEUU) y .edu (servicios de educación).



PARA QUE SIRVE UN DOMINIO DE INTERNET

El dominio se utiliza para “humanizar” la Red y hacer la navegación más sencilla y accesible para las personas.
Suponemos que te resultará más sencillo recordar, por ejemplo, el dominiocomputerhoy.com que los doce dígitos que puede contener una dirección IP multiplicado por las decenas de portales y páginas web que visitas a diario.
Obviamente, el funcionamiento a nivel técnico es algo más complejo que eso, ya que lo que realmente se encuentra tras un nombre de dominio es una dirección a un servidor DNS (de las siglas en inglés de Sistema de Nombres de Dominio), que a su vez enlaza con la dirección IP del ordenador en el que están alojados los archivos que forman tu página web, creando así un nexo de unión entre el nombre de dominio que los usuarios escriben en su navegador para encontrarte y tu página web.
Además, los nombres de dominio permiten desvincular a las páginas web de las direcciones IP de los servidores en los que se guardan los archivos de tu web.
Es decir que, si por ejemplo, tienes tu página web alojada en un servicio de hosting gratuito, y quieres mejorar las prestaciones de tu página web cambiándola a una empresa que te ofrezca servidores con un mejor rendimiento, solo tendrás que migrar los archivos de tu web al nuevo servicio y configurar el dominio para que apunte a la dirección del nuevo servidor. Pero tu nombre de dominio continuará siendo exactamente el mismopara quienes te busquen en Internet.